- Agronegocios
- |
- Publicaciones Periodísticas
Agroperspectivas
Austral Agroperspectivas es una newsletter semanal que brinda información y opiniones acerca del comportamiento de la oferta, demanda y demás variables que influyen en la determinación de los precios en los mercados agrícolaganaderos.
La publicación está dirigida por Dante Romano, profesor de nuestro Centro de Agronegocios y Alimentos y prestigioso analista del sector.
Centro de Agronegocios
Profesor a cargo del
Informe Agroperspectiva
Para recibir el informe semanal, inscribite en el siguiente formulario:
Si bien China relaja un poco las restricciones de COVID y aparecen algunas compras, la estadística de importaciones es mala. Pero esta semana el complejo oleaginoso empezó a tomar rumbo alcista en Chicago, preocupado por la seca Argentina, con subas especialmente en harina de soja.
Localmente dos temas dominan el mercado: el calor y las lluvias insuficientes, y el dólar soja. En cuanto al primero se dieron algunas precipitaciones, pero con calor muy elevado, y milimetrajes muy variados. En cuanto a lo segundo, los volúmenes que se ven operando ya permitieron ingresar al país 1.000 millones de dólares, pero estamos con un nivel de operatoria que es la mitad del dólar soja de septiembre.
En el mercado internacional la demanda se muestra débil, tanto para maíz como para soja; mientras que en trigo hay una gran oferta del mar negro. Se suma ahora la
discusión por el mandato de BIODIESEL en EEUU. La EPA está proponiendo una meta menor, lo que presionó a la baja los aceites.
En nuestra región, mientras que en Brasil todo va viento en popa para cosechas récord de maíz y soja, mientras Argentina se enfrenta a una situación seca que preocupa. A esto se suma la dinámica local del dólar soja. Si bien la meta ahora es menor, lo cierto es que se nota al mercado más pesado en generar ventas.
El mercado internacional muestra vaivenes: China está comprando más, mientras que, el aumento de casos de COVID genera preocupación. El clima en EEUU mejora para el trigo, y en Brasil la siembra viene bien.
En Argentina, el gobierno, que necesita reforzar las reservas y la recaudación de impuestos, arremetió con una nueva versión de dólar soja, esta vez a 230 vs los 165 de la cotización oficial. El dólar soja genera mayor intención de venta, mejora en los márgenes de exportación y esto, a su vez, repercute a la baja en precios internacionales.
La demanda de soja en el mercado internacional es débil, mientras la extensión del acuerdo para sacar granos al mundo a través del Mar Negro está jugando negativamente para precios.
Hay una muy buena perspectiva productiva de Brasil y de la mano de esto los especuladores en Chicago venden granos activamente.
Localmente, la seca está demorando y complejiza no solo la comercialización de trigo, sino también la de maíz temprano y soja. Ante esto, los precios están sostenidos ya que nadie vende. En ese contexto se plantea cada vez con mayor insistencia que diciembre traerá un nuevo dólar soja por las necesidades de aumentar reservas y recursos fiscales en un año político.
Mientras que en el mundo suben los stocks, la situación macro es delicada con enfrentamientos bélicos y las medidas tomadas por China ante el COVID que paralizan la economía.
Sin embargo, localmente preocupa la seca, que ya se llevó unas 10 mill.tt. de producción de trigo, afectó la siembra de maíz temprano, y está por verse el maíz tardío y la soja.
Las bajas en el nivel de reservas del BCRA, en un momento de balanza comercial deficitaria, y con una expectativa de pocas exportaciones de cosecha fina para fin de año, está poniendo presión al gobierno. De la mano de esto cobraron fuerza rumores de un nuevo “dólar soja” apuntado a que los productores que aún guardan stocks vendan.
En el mercado internacional la historia a seguir es la demanda: la situación macro sigue siendo negativa. La Reserva Federal sigue subiendo las tasas y, si bien los mercados financieros ya descontaron esto, la economía real va a sentir el golpe.
Mientras tanto el mercado se muestra sostenido por cuestiones climáticas. Si bien Brasil viene muy bien climáticamente, en Argentina no sólo tenemos seca, sino también heladas. Esto ya causó estragos en el trigo (que de 20 pasó a 13 mill.tt.), atrasó la siembra de maíz de primera con dudas sobre sus rindes y en la soja está demorando la siembra. Todas las expectativas están puestas en que se atrase la siembra de soja para evitar el clima seco que se prevé en el corto plazo y que tengamos mucho maíz tardío, que también podría estar más a salvo que el de primera del clima seco
Si bien la inflación norteamericana hace pensar en nuevas subas de tasas, el mercado financiero se mostró mejor, y esto quitó presión sobre los commodities. El acuerdo del “corredor humanitario” para que Ucrania pueda seguir embarcando maíz, trigo y aceite de girasol, está llegando a su vencimiento, y no es claro si continuará o no.
La votación del presupuesto argentino se siguió con gran interés, ya que en el proyecto se incluía una cláusula que hubiese permitido subir derechos de exportación al maíz y el trigo. Si bien la suba potencial era de sólo 2 puntos, y en la práctica no generaría mayor recaudación, sería una medida que políticamente se podría ver como una acción para bajar el costo de los alimentos.
El mercado internacional continúa más concentrado en la macro complicada, el final de la cosecha norteamericana, y una siembra en Brasil que viene muy bien. Localmente el foco pasa por la seca y los coletazos del dólar soja.
En cuanto a la seca en Argentina, si bien comienza a cortarse, llega tarde para trigo y maíz temprano. En este marco, nadie vende y muchos intentan recomprar para reducir su exposición. Es posible que
sólo 20% del área de maíz sea temprana, y muy complicada con el clima.
Por el lado del dólar soja, se generó tanta liquidez que hoy no hay necesidad de venta. Esto lleva a los negocios genuinos a casi desaparecer.
El clima seco y con heladas ha llevado a reducción en estimaciones de producción, y el balance entre oferta y demanda, amenaza con volverse negativo.
Al mismo tiempo, el marco macroeconómico en el cual se encuentra inserto el mercado de granos, se sigue complicando: EEUU reportó una inflación algo más alta de lo esperado, por lo que aumentaría tasas nuevamente. A lo que se suman nuevos casos de COVID en China, y una disponibilidad de energía limitada en Europa.
En el mercado internacional de granos un foco sigue estando puesto en los elementos macro: la debilidad del dólar, el movimiento del petróleo, las señales de menor crecimiento económico, y el recrudecimiento del conflicto Rusia/Ucrania. Se espera que en el informe del USDA bajarían la producción y stocks de maíz y subirían los de soja.
En el mercado local se suman las condiciones secas, que a fines prácticos está golpeando duramente al trigo, y demorando la siembra de maíz temprano a tal punto que ya se espera un pasaje de área a maíz tardío o soja.
En el mercado internacional están ocurriendo situaciones complejas. En lo que hace al entorno macroeconómico, la suba de tasas en EEUU y Europa preocupan, aunque otros países aceleran sus economías. Esto no solo por los fondos financieros, sino también por la menor actividad económica.
Localmente las condiciones secas están poniendo en jaque al trigo, donde la producción amenaza con no ser suficiente para las exportaciones ya autorizadas y el consumo interno.
«Los objetivos trazados para el dólar soja se cumplieron: Los exportadores compraron más de 10 mill.tt. de granos y liquidaron más de 5.000 mill USD en menos de un mes. Y aunque generó enojo la prohibición de operar dólar MEP/CCL -posterior al inicio del programa, siguió operando fuerte”, comienza a explicar Romano. “Pero, además, tuvimos otra sorpresa desagradable. El programa terminaría una semana antes, dado que los compradores decidieron retirarse para tener tiempo suficiente para la presentación de las liquidaciones que las normas requieren. Por esto, en las últimas ruedas se disparó la oferta y los precios cayeron»
En el mercado internacional, la suba de tasas de la FED, acompañada del anuncio de que irán subiendo todavía más agresivamente de lo planeado, impactaron negativamente en los commodities, y los granos no fueron la excepción.
La Mesa de Enlace pidió un tipo de cambio único y amenazó con romper el diálogo de seguir la medida del Banco Central. Tras la segunda semana de instrumentado el dólar soja, estamos ya cerca al objetivo de recaudación planeado.
Respecto al contexto internacional, el dato de inflación de EEUU resultó más alto de lo esperado. Se deduce que la demanda de petróleo dejará de crecer en el cuarto trimestre. A pesar del corredor humanitario, las exportaciones de granos de Ucrania fueron un 35% menos en relación al año anterior.
La semana pasada se consideró “muy positiva” en cuanto a ingreso de divisas, dado que habrían entrado unos 2.000 millones de dólares. No obstante, para esta semana, el profesor del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, Dante Romano, explica que el lado B de esta medida. “Son muchos”, advierte.
Sobre los lados «B», Romano repasa los datos del informe de la Administradora de Fondos Quinquela: “Este informe expresa que esto generará una liquidez adicional de casi 25% de la base monetaria en septiembre, lo que podría impactar fuertemente en inflación y para controlarlo en subas de tasas de interés”.
El clima argentino no sólo pesa para el trigo, que está en períodos críticos con aportes bajos de humedad, sino para la siembra de maíz y soja que ya se aproxima, sin lluvias pronosticadas.
Sobre el nuevo dólar soja, anunciado este domingo 3 de septiembre por el ministro Sergio Massa, Romano observa: su primera versión venció y con muy poca adhesión y de este nuevo anuncio aún no se saben todos los detalles. Entonces, ¿por qué el dólar soja a 200 $/USD podría causar problemas?
Otra semana pasó sin noticias concretas para el sector agropecuario. Romano, expresa que “la expectativa de que se brinde alguna mejora a la comercialización de soja frena la habitual poca venta del productor en esta altura del año”.
Ante la falta de interés por el dólar soja, la Federación de Acopiadores planteó mejorar el porcentaje de dólar MEP, fomentar que los exportadores tengan instrumentos para dejar el tipo de cambio a fijar, y que se tomen a cuenta parte de las ventas para pago de impuesto.
“Las perspectivas climáticas, poco claras para el próximo año, llevan al productor a reservar el margen de este año en su moneda de cambio (soja) por las dudas de que el 22/23 termine generando problemas, no sólo por lo productivos, sino también por los altos costos de producción”, explica el especialista de la Austral.
Aún no hay medidas concretas para el productor de parte del gobierno, “y ya se van descartando modificaciones de fondo”. La comercialización sigue su curso, con pocas ventas de soja, y algo más de maíz.
A siete días hábiles de que termine el “dólar soja” hay un sólo banco que se encuentra operativo, y se espera que se sumen dos más esta semana, pero tampoco se ve interés de productores. “Se hablaba de que se extenderían plazos, se podría aumentar el porcentaje que se puede comprar de dólar ahorro, y flexibilizar la operatoria”, detalla Romano. La baja humedad de suelos en Argentina ponen “en jaque” la rentabilidad para 22/23. “Capturar precios que cierren márgenes en los momentos de volatilidad es clave”, recomienda.
Comenzaron a verse las primeras operaciones con el «dólar soja». El Prof. Dante Romano, explica que sólo lo tiene disponible un banco, «pero -más allá de eso- se ve poco interés de parte del productor promedio, y los grandes ya están muy vendidos». Además, indicó que «todavía seguimos sin medidas concretas de parte del gobierno para el productor, pero -al menos- se realizó la primera reunión a nivel político y se espera que los cuadros técnicos trabajen esta semana».
Sobre los cultivos locales sostuvo: «Terminó la siembra de trigo, mejoró la humedad de los suelos, pero a los cultivos les cuesta repuntar. Se necesitan más lluvias a medida que nos acercamos a la primavera».
La incertidumbre política ante rumores de cambios que podrían tener fuerte impacto en los remanentes de cosecha vieja, mientras que para la cosecha nueva la relación insumo-producto sigue muy alta, y el clima viene seco.
el paso del Ministerio de Agricultura nuevamente a la órbita de Economía con rango de secretaría, generó descontento. “Sin embargo, la llegada de Sergio Massa al ‘súper ministerio de Economía’ generó una gran expectativa, ya que habían trascendido rumores que iban desde la baja de retenciones, hasta un tipo de cambio diferencial. Mientras tanto, la venta de soja sigue a ritmo lento y la de maíz acelerada”, explica Romano
Han habido nuevos cambios en el gabinete económico y se espera el anuncio de nuevas medidas. El sector agroexportador ha estado en el foco y, en esta edición, Romano lo analiza especialmente. Sobre el dólar soja, la primera cuestión es la desconfianza en el proceso. «Es cierto que se le brinda una herramienta que antes no tenía, y la posibilidad de que por hasta un 30% se puedan comprar billetes a un tipo de cambio más bajo que el libre, y se les permite tener depósitos especiales que “copian” al dólar oficial y son a la vista».
El ánimo de la decisión de generar estos instrumentos es correcto. El error radica en apuntar instrumentos con cierta complejidad a los productores, quienes todavía recuerdan cuando no pudieron retirar sus depósitos y nadie les daba una explicación«, manifiesta
Romano advierte sobre «Otra baja en intención de siembra de trigo argentino. Ya estamos 500.000 ha por debajo del objetivo y podría llevarnos a desabastecimiento el año próximo.»
El profesor agrega que «Como si esto fuera poco, falta gasoil, lo que demora el envío a puerto de la mercadería. Además, la alta brecha cambiaria, hace que de vender y decidir comprar dólares para tener un ahorro en la misma moneda en la que cotizan los insumos que deberán comprarse el año próximo, lleva a que se sea cuidadoso con las ventas.»
Por último, señala que «Hoy tendríamos que estar mirando cómo se define el clima en EEUU en un momento de stocks muy bajos, pero los principales drivers son financieros y geopolíticos. Incluso internamente.
Si bien los granos bajaron un escalón, parecen haberse estabilizado a nivel internacional. Recordemos que el gran factor bajista es financiero. La suba de tasas de la FED revalúa el dólar y hace que los commodities pierdan atractivo para los inversores financieros. Los fundamentos propios estaban ya tomados en precios, y el climático norteamericano se vio opacado por este factor. Sin embargo las posiciones de los especuladores variaron poco en la última semana
Localmente, disponer de pesos es visto como un problema. Los compradores de grano para sacarse su posición de pesos y lograr originar granos, están trasladando un premio mayor para quienes estén dispuestos a entregar y cobrar rápidamente la mercadería. En cuanto a la producción, la cosecha de maíz sigue avanzando lentamente. A la siembra de trigo le falta un 10%, y ya entramos en tiempo de descuento. La falta de agua en tanto preocupa en algunas zonas
Distintos factores impulsaron la baja de los granos: la revaluación del dólar, una mayor oferta de aceites, la posibilidad de que -finalmente- Ucrania encuentre la forma de embarcar, y un clima que mejoró en EEUU.
El clima seco en Argentina se llevó otras 100.000 ha, y todavía falta sembrar 15% del área. Temor por un potencial faltante de trigo, si el clima continúa adverso. El maíz tardío está ganando ritmo de trilla, pero la cola de barcos por cargar es tan grande que, por ahora, no se siente presión de cosecha. Sin embargo, esto podría cambiar.
La desprolijidad de la salida del gobierno del ahora ex ministro de Economía, Martín Guzmán, y la inestabilidad política que generan los roces dentro de distintas facciones del Gobierno, llevará a una mayor retención del productor.
Por su parte, la ministra entrante, Silvina Batakis, ya tuvo diálogo con el agro mientras estuvo al frente del Ministerio de Economía de la Provincia de Buenos Aires, en el período 2011-2015. En muchas ocasiones abogó por aumento en derechos de exportación, y en un escenario de expansión de gasto público, con las dificultades para financiarlo, esta cuestión podría resurgir. Esto coincide con una marcada caída de los granos en el mercado internacional, ocurre en el peor momento y, además, frena ventas también de negocios a futuro.
Si bien la cosecha de maíz tardío en Argentina está ganando ritmo, la falta de gasoil a los precios de surtidor imposibilita su transporte. «Se generó un paro donde se pide reconocer con tarifas de flete más alto, que el precio al que ‘aparece’ el gasoil es mayor. Con paros de por medio, veremos menguar la rentabilidad», pronostica.
Por otro lado, hay una «sorpresiva y fuerte baja para los granos, ya que el contexto financiero juega en contra». En el plano internacional se especula con que Ucrania pueda exportar algo más. Y si bien mejoró el clima en EEUU, los stocks siguen ajustados.