El profesor de la Universidad Austral Juan Pablo Cannata visitó la Universidad de Montevideo (UM). Como coordinador del Centro de Estudios en Comunicación Aplicada de la universidad argentina, se dedica al estudio de la comunicación estratégica en algunos ámbitos.
A grandes rasgos, ¿cuál es la clave de un discurso público exitoso?
Lo más importante es considerar que la comunicación comienza en el destinatario: como dice Frank Luntz, “no importa lo que tú digas, sino lo que el otro oye”. Para esto es fundamental tener en cuenta la situación de comunicación, tanto desde el punto de vista del contexto social como de la conversación concreta en la que se está participando, y también las expectativas, ideas, esquemas mentales y biografía personal de los públicos a los que nos dirigimos. Actualmente, la conversación pública está atravesada por cambios profundos en los valores y la sensibilidad emocional, y eso produce una redistribución del crédito social y una multiplicación de las interpretaciones. Hoy hablar y ser entendido y aceptado es más difícil que hace cinco años. Por lo tanto, requiere más trabajo y más recursos hacerlo bien.
¿Cuál es el primer consejo que le brindas a un DirCom (director de comunicación) o estudiante del área comunicación corporativa?
La profesionalización de la comunicación transforma los conocimientos y las técnicas de comunicación en algo más generalizado. Por lo tanto, la diferencia está en ofrecer una visión profunda de la realidad y en lo que se llama “inteligencia de contexto”: cómo puedo sintetizar todo lo relevante que pasa a mi alrededor, con las diversas capas semánticas, culturales, políticas y económicas, cómo interpreto el cambio y los valores de trasfondo, y desde ahí proyecto una estrategia de comunicación y discurso. Esa mirada cualificada es lo que esperan los altos directivos y los políticos de los profesionales de la comunicación.
¿Cuál es tu próximo proyecto?
En el Centro de Estudios en Comunicación Aplicada (CECAP) de la Universidad Austral estamos trabajando en el estudio de las agendas sensibles, es decir, temas o zonas semánticas de riesgo, que ofrecen una complejidad particular. Se construyen a partir de teorías, palabras, emociones y prácticas de la vida cotidiana. Los activistas las promueven y afectan particularmente a algunas industrias o instituciones. Estamos estudiando las agendas del bienestar animal, los cambios en la sensibilidad ambiental, #NiUnaMenos, el azúcar como nuevo tabaco.
¿Qué texto recomendás para leer en cuanto a las tendencias de comunicación?
En estos momentos, por su visión crítica sobre Trump, ha vuelto al centro de la escena George Lakoff, con sus teorías sobre los frames en la discusión pública. Por otro lado, para una mirada latinoamericana de la comunicación, recomiendo el último libro de Luciano Elizalde “Manejando el disenso”. Pienso que es uno de los abordajes que con más decisión busca hacerse cargo de la complejidad de la conversación pública y los nuevos procesos de consenso/disenso que desafían a las personalidades públicas y a las organizaciones.
Fuente: http://www.um.edu.uy/noticias/64575-la-comunicacion-comienza-con-el-destinatario/