“Lo que más valoro de la enfermería es la flexibilidad que tiene la profesión: lo esencial está en el cuidado y siempre vamos a encontrar personas que necesiten nuestra atención, desde ámbitos que muchas veces no imaginamos”, aseguró la Esp. Mercedes Llavallol, integrante del Laboratorio japonés Takeda.

Mercedes se graduó de la Lic. en Enfermería de la Facultad de Ciencias Biomédicas en el 2010 y, luego de trabajar durante un tiempo como enfermera a domicilio, ingresó en el Sanatorio Mater Dei, en el área de Oncología, Terapia Intermedia y Cuidados Paliativos. “Fui un día a dejar mi currículum y me preguntaron si podía quedarme unos minutos para hacer una entrevista. Sabía que ser de la Austral era un plus a favor y eso me dio confianza. Luego de tres días, me hicieron el preocupacional y a la semana estaba trabajando”, recordó Mercedes.

A lo largo de esos once años y medio en el sanatorio, también se desempeñó como referente de su turno, combinando tareas de gestión con trabajo asistencial, y estudió la Especialidad en Enfermería Oncológica de la Universidad Austral, que le proporcionó conocimientos para brindar cuidados integrales y especializados al paciente oncológico.

En el 2021, recibió la propuesta para sumarse a un programa de soporte de pacientes en Takeda, la compañía farmacéutica más grande de Japón, con presencia global en más de 80 países. Con la motivación de indagar en nuevos horizontes donde desempeñar la profesión, aceptó el desafío de incorporarse a esta industria. “Fue un momento en el que valoré y aprendí nuestra capacidad como enfermeros para reinventarnos dentro de la profesión”, contó entusiasmada la graduada.

Desde el área donde trabaja, desarrolla programas para mejorar la calidad de vida de los pacientes que reciben tratamientos con medicación producida por Takeda, empresa enfocada en la investigación y desarrollo de terapias para enfermedades poco frecuentes. “El acceso a la medicación no siempre es fácil, ya que supone aprobaciones por parte de la obra social y, a veces, trasladarse para recibir el tratamiento”, contó Mercedes.

Su equipo de trabajo está integrado por un médico, un psicólogo, un biólogo y otros 8 enfermeros. Con ellos lleva adelante programas de soporte a pacientes para diferentes patologías, por ejemplo, enseñando a autoaplicarse la medicación, en los casos en los que sea posible. Además, trabaja en la implementación de distintas herramientas diagnósticas.

Mercedes asegura que la Universidad la preparó para trabajar en el área asistencial, pero también para desempeñar todo tipo de tareas dentro de la profesión. En su trabajo en el laboratorio aplicó recursos que adquirió en la carrera y que le brindaron la base para poder trabajar en su nueva función: “Fue muy gratificante ver que podía seguir ejerciendo mi vocación en otros ámbitos, sobre todo, que pudiera hacerlo compatible con mi vida familiar. Gracias a la flexibilidad de nuestra profesión, sigo trabajando en un área que es exclusivamente para beneficio del paciente, con foco en lograr una buena adherencia a su tratamiento y una mejor calidad de vida”.