Apartir de un libro editado este año, que en su tapa amarilla etiqueta a una generación con el atributo de “ansiosa”, se ha instalado un debate alrededor del uso de redes sociales y sus derivaciones en la salud mental de los adolescentes. A esta discusión se ha sumado una reacción en cadena de sistemas educativos que han decidido implementar la prohibición de celulares en las aulas.