Todos los años, la Universidad Austral realiza una misión Pastoral para celebrar la Semana Santa con el objetivo de transmitir los valores y el espíritu solidario de la universidad a la comunidad. Del jueves 6 al domingo 9 de abril, más de 70 alumnos de distintas carreras participaron de una misión en el barrio La Escondida, de la localidad de Derqui (Buenos Aires).
Guiados por Capellanía, en total fueron 90 los jóvenes que realizaron distintas actividades, ya que se contó con la participación de 15 alumnos de otras universidades. Quienes acompañaron a los misioneros fueron los Padres Luis Caballero, Manuel de Elía y Emiliano Hong.
El punto de unión fue el Campus Pilar de la Universidad Austral, donde se acomodaron y pasaron los días y noches de la Semana Santa. Desde allí, luego de un desayuno y la oración de la mañana, partían hacia la capilla María Esposa del Espíritu Santo para comenzar con las actividades diarias.
“Tanto los chicos que participaron en la misión como las familias del barrio que los acogieron nos transmitieron la alegría de esta experiencia. Mucho sudor, poca comida y poco sueño, pero mucho cariño, mucha oración y, sobre todo, mucha caridad”, con estas palabras el Padre Emiliano Hong hace un balance de esta nueva misión pastoral.
Por la mañana los misioneros se dividían en grupos de tres para ir a visitar a las familias, mientras el grupo de trabajo solidario se encargaba de las reparaciones, pintura y orden de la Capilla. Otro grupo trabajó, al mismo tiempo, en la vivienda de una familia, construyendo un contrapiso para la cocina y galería de la casa.
Al mediodía algunos preparaban el almuerzo, que comían en el parque a un costado de la Capilla. A las 14:30, comenzaban nuevamente los trabajos y, además, se realizaban juegos y actividades para los niños. Por otro lado, el grupo de liturgia preparaba todo para la ceremonia del día.
Por la tarde se realizaban las ceremonias de Semana Santa. El Triduo Pascual comenzó el Jueves Santo con la misa vespertina de la cena del Señor, el viernes con la celebración de la Pasión de Cristo y Vía Crucis, cerró con las vísperas del domingo de Pascua. La Vigilia Pascual se llevó a cabo el sábado. Muchas de las familias del barrio se unieron junto a sus hijos para participar de las celebraciones.
Al finalizar la jornada, los misioneros volvían a la Universidad donde se duchaban y cenaban. De 23:00 a 00:00 se realizaba la hora Santa, un momento de oración en la Capilla. Además, los días jueves y viernes, los jóvenes escucharon los testimonios de Grilex, cantante de rap español, y de Felipe, empresario de camiones, quienes contaron sus historias de conversión y de fe.
El último día, después de la Vigilia Pascual en el barrio, el grupo regresó a la Universidad para festejar la Pascua. La Decana de la Facultad de Ingeniería, Gabriela Robiolo, junto a su equipo, les regaló la cena y terminaron la misión con un fogón en medio de guitarreadas y cantos en el campus deportivo.
Finalmente, el domingo por la mañana, los misioneros desayunaron, limpiaron y acomodaron lo que se usó en la Universidad y recibieron la bendición con el Santísimo Sacramento. Al mediodía todos volvieron a sus hogares para celebrar la Pascua con sus familias.
“Nos propusimos este año en la misión de la Pastoral Universitaria Austral compartir una experiencia de la predicación de la Palabra, repartiendo los evangelios con los chicos a las familias, en un contexto de amistad, oración y celebración festiva. Y lo logramos”, sostuvo el Padre Hong.
Para Francisco Fiorito, alumno de Ingeniería Industrial y misionero, “fue un momento especial para ser instrumento. Servir desde nuestro lugar, dedicando tiempo y un oído al que necesite. Muchos corazones predispuestos que tocan tantos otros. Sonrisas y risas que acarician el alma. Felicidad y alegría que transmiten el mensaje por sí solos, el mismo que llevábamos puerta a puerta bajo el brazo”.
Los jóvenes visitaron a las familias del barrio para conocerlos e invitarlos a las actividades de Semana Santa. También se aprovechó de anotar a aquellos niños que necesitaban el bautismo, catequesis y apoyo escolar. Se les ofreció bendecir las casas y los padres Manuel y Emiliano, lo realizaban. (Bendijeron unas 20 casas.) Los misioneros llevaban un evangelio de regalo para cada familia que los recibía y se aprovechaba de rezar con ellos. El ultimo día llevaron bolsas con cosas dulces para que las familias festejaran la Pascua.
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