La maternidad no es siempre un momento hermoso y placentero, sino que tiene una carga de estrés para todas las mujeres. La responsabilidad de cuidar y crear un vínculo afectivo sano para el desarrollo de los hijos muchas veces se hace en soledad. Maternar en un contexto vulnerable, con un embarazo adolescente, con menor escolaridad, con mayores problemas de vivienda y de inserción laboral, vuelve a la madre más vulnerable.