Actualidad de la Industria 4.0 en Argentina y América Latina.
Artículo para Numan por Maria de las Mercedes Augspach, Directora de la Carrera de Ingeniería Industrial, y Laura Pan Nogueras, Directora del Programa de Industria 4.0, de la Universidad Austral.
Dos especialistas de amplia trayectoria, que nos comparten su visión sobre el nivel de transformación del sector, las complejidades que conlleva el proceso, los beneficios de la incorporación de tecnología al sistema productivo, y los desafíos que tienen por delante las empresas en términos de desarrollo y capacitación.
¿Cuál es el contexto actual de implementación de la Industria 4.0 y los desafíos que deberá enfrentar durante el 2022, tanto en Argentina como en América Latina?
Latinoamérica en general y Argentina en particular, no pueden escapar al proceso de digitalización, de no sumarse a esta tendencia, quedaríamos aún más alejados del mundo y nuestra industria perdería competitividad en un mundo global.
Por el contrario, la digitalización nos permitiría dar un salto cualitativo y ponernos a competir mano a mano con el primer mundo. Por ello necesitamos incorporar estrategias digitales, pero hacerlo desde una mirada holística, contemplando a todos los stakeholders, a todos los actores de la cadena de suministro, poniendo en el centro a la persona y al cliente tanto externo como interno.
Con respecto al estado de la implementación de la Industria 4.0 en Argentina, esta no es una pregunta fácil de responder, debido a la heterogeneidad de las empresas en nuestro país y a la diversidad de áreas, enfoques y aspectos a evaluar para poder determinar el grado de adopción de la transformación digital en las empresas.
Por otra parte, los últimos estudios sobre el estado de situación con respecto al avance de la transformación digital en el país datan de 2018 y 2019, no hay estudios más actuales que ellos.
Según, por ejemplo, el “Estudio de Digitalización en Argentina” publicado por Siemens Argentina en 2018; la mayoría de las empresas locales tienen estrategias de digitalización de corto plazo, son pocas las que tienen estrategias de más de 6 años, la mayoría de ellas del sector metalúrgico.
Por su parte en el Global Competitivity Index, elaborado por el foro Económico Mundial en 2019 con datos de 2018, y que mide la capacidad de competir de los países (definida por el set de instituciones, políticas y factores que determinan el nivel de productividad de cada uno de ellos) en el contexto de la 4ta revolución Industrial, la Argentina se encuentra en el puesto N° 83 sobre 141 países. En Latinoamérica la superan Chile (puesto N° 33), México (48), Uruguay (54), Colombia (57), Costa Rica (62), y más cercanos Perú (65), Panamá (66), Brasil (71), Barbados (77), República Dominicana (78), Trinidad y Tobago (79) y Jamaica (80).
A pesar de esto desde el Centro de Industria 4.0 de la Universidad Austral observamos una evolución alentadora en estos últimos años:
- Un entendimiento general de lo que es la industria 4.0 y sus beneficios.
- Grandes organizaciones trabajando en la integración de sistemas y la visibilidad de datos en tiempo real.
- Aparición de áreas especializadas dentro de las empresas.
- PyMes que incursionan en tecnologías digitales o desarrollando innovaciones que les abran nuevos mercados.
- Entre otras.
Creemos que en este momento, uno de los principales desafíos tiene que ver con la integración de proyectos aislados a una estrategia digital alineada con el negocio, con una perspectiva integrada y holística. Así también, la falta de recursos humanos y capacidades digitales sigue siendo una de las principales barreras a trabajar.
También, es una realidad mundial que la crisis del COVID ha llevado a acelerar en todas las organizaciones el trabajo virtual y la digitalización, y que ha cambiado el patrón de consumo y los hábitos de los consumidores. Argentina y Latinoamérica en general no son ajenas a esto.
Por otro lado, las crisis del coronavirus y la climática nos muestran que vivimos en un mundo incierto, en el que contar con información para tomar decisiones acertadas en todo momento se vuelve crucial, seguramente sea este uno de los mayores desafíos a enfrentar en este 2022.
¿Cuáles son los principales beneficios que aporta la Industria 4.0 al sistema productivo, y de qué manera pueden alcanzarse/concretarse?
La Industria 4.0 posibilita múltiples beneficios para las empresas. Lo hace a través de la captación de los grandes volúmenes de datos que se generan en los procesos productivos (o que los mismos usuarios generan), a través de la incorporación de sensores y de la conectividad a internet.
Quien cuente con la capacidad de tomar la información que generan esos datos y pueda a través de ésta, tomar decisiones que agreguen valor, podrá desarrollar ventajas frente a sus competidores.
Las tecnologías digitales:
- Hacen más eficientes las operaciones, reduciendo costos y aumentando la productividad de las empresas.
- Acortan los tiempos de producción; la vuelven más flexible;
- mejoran los procesos de entrega de servicios y la experiencia de los clientes, permitiendo adaptar los productos a las necesidades y preferencias individuales.
- Abren nuevas oportunidades de negocio.
Todos estos caminos llevan a un aumento en la rentabilidad de las empresas y las hace más competitivas.
Adicionalmente, al permitir una gestión más eficiente de los procesos, mejora la utilización de los recursos materiales y energía, disminuyendo consumos y la generación de residuos, lo que impacta positivamente en el ambiente.
La Industria 4.0 se enmarca en un cambio de época que plantea profundas transformaciones en las empresas, llevándolas a la necesidad de adaptarse, flexibilizarse, e incluso –en ocasiones- reconvertirse total o parcialmente. ¿Podrían identificarnos algunas de ellas?
Para poder aprovechar acabadamente de las nuevas tecnologías se hace necesario mirar holísticamente a la empresa y su entorno, y desarrollar a la vez nuevas capacidades, especialmente nuevas capacidades humanas.
Se necesita repensar el modelo de negocio y el ciclo de vida del producto. Pasar de la estandarización a la customización; cambiar el eje de atención, quitando del centro de la escena al producto para poner en ese lugar al cliente. Y gestionar proyectos de manera interdisciplinaria. Todo esto implica una ruptura con los paradigmas actuales y el desarrollo de nuevas habilidades y conocimientos para abrazar nuevos paradigmas.
Debido al entorno cambiante e incierto resulta más complejo el diseño de estrategias de negocio, lo que lleva a que las empresas deban trabajar para adaptarse continuamente al contexto.
Puede ocurrir que las fortalezas de un momento se conviertan en debilidades, y haga falta desarrollar nuevas estrategias, negocios o canales de distribución para mantenerse competitivos. Por ello es necesario a la vez que se gestiona la transformación digital actual, identificar nuevos modelos de negocios que permitan responder a las demandas futuras del mercado.
Embarcarse en un proceso de digitalización en la empresa exige comprometer a todo el personal. Para ello es clave un liderazgo claro de los niveles directivos; y armar equipos de trabajo adecuados para llevar adelante la implementación.
Para que el cambio perdure en el tiempo es necesario trabajar en la cultura y en la estructura de la organización. Para acompañar este proceso es necesario adaptar las formas de trabajo, revisar las áreas, funciones y cargos; y adaptarlos a las nuevas formas de trabajo y de colaboración con clientes y proveedores.
Contrariamente a lo que puede intuirse los mayores desafíos en la implementación de estrategias de digitalización y de tecnologías vinculadas a la 4ta revolución industrial, no tienen que ver con la adopción de tecnologías, sino con el cambio cultural que se requiere. Se vuelve imprescindible desarrollar nuevas miradas, cambiar las maneras de pensar y de hacer.
Hay que lograr que los colaboradores comprendan, dominen y abracen estos cambios, e incorporen las tecnologías digitales a su vida diaria, proponiendo mejoras y capacitándolos para aprovechar las nuevas tecnologías adecuadamente, y a la vez contemplar el desarrollo de nuevos roles dentro de la compañía. Habrá que capacitarlos no solo en habilidades tecnológicas, sino también formarlos en habilidades blandas, que no pueden ser reemplazadas por ninguna tecnología.
Si bien todo esto implica un cambio profundo en las organizaciones, estos procesos suelen desarrollarse de manera incremental y, en muchos casos, iterativa. Esto quiere decir que se van tomando acciones que sirven para agregar valor y desarrollar capacidades digitales que, a su vez, habilitan nuevas acciones que permiten avanzar en el camino de la transformación digital. De ahí que se vincule a estos procesos con los modelos de madurez y roadmaps que permiten que estas acciones no se produzcan de manera aislada si no alineadas con la estrategia del negocio.
Acercar esta visión más cercana de la Industria 4.0 a las empresas, especialmente a las Pymes, les permite verlo como algo más asequible y entender que aún, a partir de acciones iniciales, les va a permitir generar valor para el negocio.
¿Cuáles son las principales complejidades que plantean los procesos de profundización de la Industria 4.0 y que impacto tienen en las organizaciones?
Hoy en día hay un consenso generalizado de que las principales complejidades se vinculan a la cultura y la estructura organizacional, y no tanto a la implementación tecnológica en sí.
Sin embargo, si miramos lo tecnológico, aspectos importantes a resolver tienen que ver con la conectividad y la adopción de estándares de conectividad entre los diferentes equipos, para que puedan “dialogar” entre ellos, esto es algo que por ejemplo se ha trabajado mucho en países como Alemania, Italia o Estados Unidos.
Además de la inversión en las tecnologías adecuadas a cada necesidad, es importante adoptar sistemas de información que integren los datos provenientes de las diferentes áreas de la empresa y los pongan a disposición, para a través de ellos generar información de valor para la toma de decisiones.
Vemos muchas organizaciones hoy en día, que se encuentran en el proceso de unificar sistemas de información existentes o implementar sistemas integrados, para poder lograr la visibilidad de la información que les permitirá avanzar hacia etapas más avanzadas de la Industria 4.0. Estos suelen ser proyectos grandes y que pueden durar varios años.
Para afrontar las inversiones que se requieren, las PyMES necesitan contar con algún tipo acompañamiento financiero por parte del estado, de otro modo les es muy difícil adaptarse a los cambios y alcanzar un nivel de competitividad adecuado.
Yendo al aspecto cultural y organizativo como principal complejidad a afrontar, los procesos de profundización en Industria 4.0 requieren del trabajo de manera colaborativa con los demás actores de la cadena de suministro, e incluso del trabajo colaborativo entre empresas del mismo sector económico o por clústeres. Esta integración presenta todo un desafío.
En esta línea, otro de los mayores desafíos para alcanzar la transformación digital es el deencontrar personal capacitado. Esta dificultad no es propia de nuestro país si no que se presenta a nivel mundial.
Como se puede ver hay factores que puede trabajar la empresa por su cuenta y factores que necesitan del trabajo conjunto con otros actores (academia, gobierno, etc.) En esta articulación trabajamos desde el Centro de Industria 4.0.
Independientemente de que complejidad se desee sortear con las acciones que se lleven a cabo, y como mencionamos antes, es muy importante que la estrategia de digitalización esté contemplada dentro de la estrategia general de las compañías y alineada con esta.
Para las empresas que ya comenzaron a implementar proyectos de I4.0 vemos esto como uno de las próximas dificultades a sortear.
¿Cuál es el nivel de transformación digital que poseen las industrias en Argentina y Latinoamérica?
Como señalamos antes, el nivel de transformación digital en Argentina es muy diverso y difícil de cuantificar. Entre otras cosas no se da de igual manera en PyMes que en empresas grandes o en multinacionales, donde muchas veces la estrategia digital viene promovida desde la casa matriz, o que vuelcan experiencias de otros países a la filial local; y cuentan con la estructura y recursos necesarios para afrontar la transformación digital por sí mismas.
Según un informe de la empresa Siemens publicado en 2018, el 80% de los empresarios de Argentina ven a la digitalización como un factor crítico de éxito para sus procesos de innovación, y el 51% está familiarizado con el término “digitalización”.
Sin embargo, según el mismo informa, solo el 43% de las empresas locales cuenta con un equipo dedicado a la innovación digital; y las empresas en Argentina se encuentran en su mayoría en un estadio inicial de digitalización.
De acuerdo con este estudio, si bien hay una clara intención de acelerar en Argentina la transformación digital, faltan definiciones estratégicas que sienten las bases de cómo llevarla adelante. Lo que falta sobre todo es una visión integradora de toda la empresa.
Dicho estudio señala que en general en Argentina, las tecnologías vinculadas a industria 4.0 más implementadas son las vinculadas a internet de las cosas, software, computación en la nube, sistemas ciber físicos, big data y análisis de datos. UNIDO por su parte publicó en 2019 su “Informe sobre el desarrollo industrial”, según el cual la Argentina está clasificada como “usuaria” de tecnología digital avanzada, pero no es creadora o exportadora de tecnologías digitales.
Todo lo anterior lleva a concluir que, en nuestro país tenemos mucho por hacer en lo que a Industria 4.0 se refiere, pero tenemos una buena base sobre la cual apoyarnos para abocarnos a esta misión.
¿Qué roles surgieron y cuáles se destacan en relación al paradigma innovador que propone la Industria 4.0?
A nivel organizacional, algunas empresas están creando áreas de transformación digital o equipos de proyectos específicos y comienzan a surgir roles vinculados.
Entre los roles más demandados se encuentran los vinculados a análisis de datos e inteligencia comercial o de negocios; también roles vinculados a la programación y de ingeniería de Software. Las ingenierías en general y las vinculadas a la industria 4.0 en particular están teniendo gran demanda por parte de las empresas.
En áreas comerciales la figura del ingeniero comercial como consultor va ganando importancia. También se vuelven relevantes perfiles con capacidad de gestionar proyectos.
Así también, desde el Centro de I4.0 vemos que además de los roles nuevos que se puedan generar, hay empresas que están buscando formar a todos sus colaboradores en temas de transformación digital.
Esta sensibilización es muy importante porque la I4.0 tiene un impacto en todas las operaciones y los procesos de la empresa, y es clave que todas las personas que puedan verse involucradas directa o indirectamente en el proceso puedan comprender de qué se trata este fenómeno, cuáles son las capacidades digitales asociadas y cómo permite generar valor.
¿Qué capacidades deben desarrollar las empresas y qué habilidades deben adquirir y/o potenciar los profesionales para poder asumir con éxito la Industria 4.0?
Las empresas requieren desarrollar una mirada holística, adaptabilidad al contexto y flexibilidad para adaptarse a usuarios o clientes más activos y a contextos volátiles e inciertos. Para esto, tienen que ir desarrollando ciertas capacidades digitales, algunas de ellas vinculadas a los aspectos tecnológicos y los sistemas de información y otras vinculadas con el liderazgo, la estructura y la cultura.
Por citar solo algunos ejemplos, deben trabajar para alcanzar una buena integración máquina-máquina y hombre-máquina, pero también equipos de trabajo interdisciplinarios, información y comunicación descentralizada, integración con la cadena de valor y una cultura innovadora.
Desarrollar estas capacidades, y no solo las vinculadas a la tecnología, es decir desde una perspectiva holística, permite poder generar real valor a partir de la implementación de habilitadores tecnológicos. Nosotros le llamamos el andamiaje y como mencionábamos antes, son capacidades que se van desarrollando paulatinamente.
Para esto empiezan a necesitar nuevos perfiles profesionales que respondan a los nuevos paradigmas. De ahí surge que necesiten profesionales con visión estratégica, que aporten a la empresa una mirada holística, generalista y a la vez de procesos. Los nuevos profesionales deben combinar las habilidades de gestión con las de resolución de problemas complejos en entornos cambiantes.
Estos nuevos perfiles deben ser flexibles y resilientes, deben poder tolerar el fracaso y aprender de él. El pensamiento crítico, lógico y analítico se vuelven muy relevantes. Al igual que el dominio de herramientas de análisis de datos, de estadística, programación, modelado y simulación, para poder tomar decisiones acertadas que permitan mejorar continuamente la eficiencia en el uso de los recursos.
Deben además dominar las metodologías ágiles para el desarrollo de soluciones de cara al cliente, logrando dar rápida respuesta a las necesidades internas y externas y saber trabajar de manera colaborativa.