El loco. En su largo ciclo, el kirchnerismo construyó eficazmente el modelo de comunicación del relato; en su interregno, el macrismo propuso la conversación como modelo de comunicación alternativo, fracasando en el intento. Desde entonces, el modelo de la conversación está disponible: escucha de las demandas sociales, diálogo con los actores claves de la política, generación de consensos en torno a políticas públicas, gestión del disenso puntual, aun reconociendo la latencia del conflicto.