La educación infantil enfrenta en la actualidad un desafío que requiere atención inmediata: el impacto del uso excesivo de las pantallas en el desarrollo de la lectoescritura y las habilidades psicomotrices de los niños. Este fenómeno, ampliamente extendido en los entornos escolares y familiares, genera preocupación entre docentes, especialmente en la educación primaria, donde las consecuencias son más evidentes.