Un grupo de 15 investigadores, integrado por biólogos, bioquímicos, técnicos y médicos del Instituto de Investigaciones en Medicina Traslacional (CONICET-Universidad Austral) y del Instituto de Ciencia y Tecnología César Milstein (CONICET-Fundación Cassará), diseñaron un nuevo fármaco para tratar el dolor crónico de origen neuropático e inflamatorio.