Por tercera vez en menos de un año y medio, la CGT convocó a un paro general contra el gobierno de Javier Milei. El número impresiona: es el paro número 45 desde el retorno de la democracia en 1983. Pero más revelador aún es el ritmo, la selectividad y la recurrencia con que el sindicalismo argentino ha desplegado sus fuerzas según el signo político del presidente de turno.