Son cientos de miles de millones de dólares los que viene invirtiendo Arabia Saudita en el deporte en los últimos años. El reino acaba de lograr su máximo objetivo desde que apostó al deporte, en especial al fútbol, para “lavar” su imagen de violador de los derechos humanos. Será sede del Mundial 2034, una decisión que desató una enorme polémica que amenaza con opacar las controversias por la designación de Qatar 2022.
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