Hace un par de años, inicié una minicampaña para defender la cortesía verbal en la vieja red Twitter con el hashtag #RedesConRespeto. Por supuesto, no tuvo mucho eco, salvo en una entrevista en el programa de radio @CitasdeRadio, a quienes les sigo agradecida. Lejos estaba en esos momentos de pensar que ya no quedaría ni rastro de la cortesía verbal y muy poco del respeto. Si empezamos por los gobernantes, los presidentes se llevan la medalla de oro al insulto olímpico.