En una publicación[1] del prestigioso semanario inglés The Economist, que se centra en temas de actualidad, negocios internacionales, política, tecnología y cultura, de junio de este año (2024), se analiza cómo China se ha convertido en una superpotencia científica. Su crecimiento en los últimos 5 años ha sido notable. Los científicos chinos han superado al resto en varios indicadores de ciencia de alta calidad. El viejo dominio de la ciencia europea y americana parece haber concluido.
En 2003, Estados Unidos produjo 20 veces más de estos artículos de alto impacto (publicaciones que son citadas con mayor frecuencia por otros científicos en sus propios trabajos) que China, según datos obtenidos de Clarivate – Web of Science, la empresa de análisis científico (Fig, 1). y, en 2022, China ya había superado tanto a Estados Unidos y a la Unión Europea (UE).
Fig. 1 – Clarivate – Web of Science % de papers que se encuentran dentro del 1% de papers con mayores citas. (Puede sumar más de 100% debido a coautorías)
Podemos ver que China lidera en el ranking de publicaciones más citadas (mejor 1%) en diferentes áreas de la ciencias naturales e ingeniería mientras que Estados Unidos y Europa todavía tienen ventajas sustanciales tanto en biología general como en ciencias médicas (Fig. 2).
Fig. 2– Clarivate – Web of Science – % de papers que se encuentran dentro del 1% con mayores citas discriminadas por área.
El Ranking de Leiden, reconocida clasificación académica de universidades basada en indicadores bibliométricos que miden la productividad y el impacto de la investigación científica, muestra el volumen de producción de investigación científica de calidad (1% mayor citado), en áreas de ciencias duras e ingeniería (Fig. 3) y en matemática y ciencias de la computación (Fig. 4). 8 y 9 universidades o instituciones chinas respectivamente entre las 10 primeras del mundo. En ciencias médicas y biología (Fig. 5) puede verse que aún existe superioridad de las universidades norteamericanas.
Fig. 3 – Ranking de Leiden – Cantidad de publicación con mayores citas (mejor 1%) en áreas de ciencias duras e ingeniería
Fig. 4 – Ranking de Leiden – Cantidad de publicaciones con mayores citas (mejor 1%) en área de matemáticas y ciencias de la computación
Fig. 5 – Ranking de Leiden – Cantidad de publicaciones con mayores citas (mejor 1%) en áreas de ciencias médicas y biología.
Por supuesto, las métricas basadas en citas se pueden manipular y los científicos suelen encontrar formas de aumentar el número de veces que se menciona su artículo en otros estudios. Un trabajo reciente de tres economistas, Qui Shumin, Claudia Steinwender y Pierre Azoulay, sostiene que los investigadores chinos citan mucho más a sus compatriotas que los investigadores occidentales.
Aun así, China ahora lidera al mundo en otros puntos de referencia que son menos propensos a ser manipulados. Por ejemplo, encabeza el Nature Index[3], creado por la editorial del mismo nombre, que contabiliza las contribuciones de artículos que aparecen en varias revistas de prestigio. Para que los artículos sean , deben ser aprobados por un panel de revisores que evalúan la calidad, la novedad y el potencial de impacto del estudio. En 2014, China ocupaba el segundo lugar en publicaciones de ciencias naturales, pero su contribución a los títulos elegibles era menos de un tercio de la de Estados Unidos. En 2023, China había alcanzado el primer puesto (Fig. 6)
Fig. 6 – Índice Nature basado en varias fuentes para publicaciones de ciencias naturales.
¿Cómo ha logrado China este cambio en tan poco tiempo? La remodelación de la ciencia china se ha logrado centrándose en una mayor inversión en investigación y desarrollo (I+D). En términos reales, el gasto de China en investigación y desarrollo se ha multiplicado por 16 desde 2000. Según los datos más recientes de la OECD[4] (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), en 2021, China todavía estaba por detrás de Estados Unidos en el gasto total en I+D (668 vs 806 mil millones de dólares). Pero en términos de gasto de universidades e instituciones gubernamentales únicamente, China y Estados Unidos están en niveles de inversión similares (entre 130 y 140 mil millones de dólares). Estados Unidos gasta alrededor de un 50% de su presupuesto en investigación básica, casi el doble que China. En cambio China gasta el 75% de su (Fig. 7).
Fig.7 – Inversión en investigación universitaria y gubernamental – OCDE
La creación de universidades e instituciones gubernamentales de talla mundial también ha sido parte del plan de desarrollo científico de China. Iniciativas como el “Proyecto 211”, el “Programa 985” y la “Liga China Nueve” otorgaron dinero a laboratorios seleccionados para desarrollar sus capacidades de investigación. Las universidades pagaban importantes bonificaciones al personal si publicaban en revistas internacionales de alto impacto.
Otra prioridad ha sido desarrollar la fuerza laboral. Entre 2000 y 2019, más de 6 millones de estudiantes chinos abandonaron el país para estudiar en el extranjero, según el Ministerio de Educación de China. En los últimos años, muchos de ellos han regresado trayendo consigo las habilidades y conocimientos recién adquiridos. Los datos de la OECD sugieren que, desde finales de la década de 2000, más científicos han regresado al país de los que se han ido, gracias a de talentos en investigación que incluyen incentivos económicos y subvenciones.
En 2006, el PCC (Partido Comunista Chino) publicó su visión de cómo debería desarrollarse la ciencia durante los próximos 15 años e invierte el dinero meticulosamente en áreas estratégicas que incluyen, tecnologías cuánticas, inteligencia artificial, semiconductores, neurociencia, genética, biotecnología, medicina regenerativa y exploración del espacio profundo, océanos profundos y los polos de la Tierra. En el campo de la computación cuántica, algunos de los laboratorios académicos del país se encuentran al mismo nivel que laboratorios comerciales de Occidente, en términos de escala. En 2023, investigadores que trabajaban en China batieron el récord de cantidad de bits cuánticos, o qubits, entrelazados dentro de una computadora cuántica.
Según el mismo artículo de The Economist[5], parece poco probable que el crecimiento en calidad y cantidad de la ciencia china se detenga pronto. El gasto en investigación científica y tecnológica sigue aumentando: el gobierno ha anunciado un aumento del 10% en la financiación para 2024. Y el país está formando a un enorme número de científicos jóvenes. En 2020, las universidades chinas otorgaron 1,4 millones de títulos de ingeniería, 7 veces más que en Estados Unidos. China ha formado ahora, a nivel universitario, 2,5 veces más investigadores de IA de primer nivel que Estados Unidos. Y para 2025, se espera que las universidades chinas produzcan casi el doble de graduados con doctorado en ciencia y tecnología que Estados Unidos.
Aunque China está produciendo más trabajos de primer nivel, también produce una gran cantidad de ciencia de menor calidad. En promedio, los artículos de China tienden a tener un impacto menor, medido por las citas, que los de Estados Unidos, Gran Bretaña o la UE. Y mientras las pocas universidades elegidas han avanzado, las universidades de nivel medio han quedado atrás. Las instituciones de segundo nivel de China todavía producen trabajo de calidad relativamente pobre en comparación con sus equivalentes en Europa o Estados Unidos. “Si bien China tiene una calidad fantástica al más alto nivel, su base es débil”, explica Caroline Wagner, profesora de política científica en la Universidad Estatal de Ohio.
Cuando se trata de investigación básica, impulsada por la curiosidad (en lugar de aplicada), China todavía está tratando de ponerse al día: el país publica muchos menos artículos que Estados Unidos en las dos revistas científicas más prestigiosas, Nature y Science. Esto puede explicar en parte por qué China parece no estar a la altura en el descubrimiento de tecnologías completamente nuevas. La investigación básica es particularmente escasa dentro de las empresas chinas, lo que crea una brecha entre los científicos que hacen descubrimientos y las industrias que podrían terminar usándolos.
Pero incluso en esas áreas, donde Estados Unidos y Europa todavía mantienen la delantera es poco probable que se mantengan así por mucho tiempo. Las ciencias biológicas y de la salud dependen más de un conocimiento profundo de temas específicos e históricamente ha sido más difícil para China “recuperarlas y acelerarlas”, dice Tim Dafforn, profesor de biotecnología en la Universidad de Birmingham y ex asesor del departamento de negocios de Gran Bretaña. Pero el perfil de China está creciendo en estos campos. Aunque Estados Unidos produce actualmente aproximadamente 4 veces más artículos de gran influencia en medicina clínica, en muchas áreas China está produciendo la mayor cantidad de artículos que citan esta investigación central, una señal de interés en desarrollo que presagia una futura expansión. «En el ámbito de la biología, China está creciendo notablemente rápido», dice Jonathan Adams, científico jefe del Instituto de Información Científica de Clarivate. «Su capacidad para cambiar el enfoque hacia una nueva área es bastante notable».
Quo Vadis IA es una Línea de investigación de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Austral. El objetivo de este equipo interdisciplinario es contribuir al conocimiento del estado del arte de la Inteligencia artificial proporcionando información sobre escenarios futuros para que organismos públicos y privados de investigación, Universidades y empresas puedan definir políticas y estratégicas de largo plazo.
[1] China has become a scientific superpower (economist.com)
[2] CWTS Leiden Ranking – Ranking 2024
[3] Nature Index Annual Tables 2023: China tops natural-science table
[5] China has become a scientific superpower (economist.com)
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