En 1939, en los comienzos de la Segunda Guerra Mundial, el sociólogo alemán Norbert Elias publicó su obra más importante, El proceso de la civilización, un análisis minuciosamente documentado de la afectividad occidental desde la Edad Media hasta la Modernidad, presentado como un recorrido de paulatina privatización de los afectos, recluidos cada vez más en la interioridad del yo, y de publicitación de todo lo que de racional tienen las personas, considerado como lo único digno de ser mostrado.