La confianza de los productores luego de haber tocado un piso en junio, continúa manteniendose en niveles bajos y estables.

Se observa un impacto del clima en los rendimientos esperados, aunque ha sido más que compensado con la suba de precios y se esperan mejores resultados económicos que en la campaña 2019/2020.

Las perspectivas de una rentabilidad razonable, por los mejores precios, no se traduce en una mejora en el sentimiento de confianza debido a la incertidumbre que enfrentan los productores en términos de políticas dirigidas al sector.